OBRAS O TECNICAS PARA REDUCIR
LOS EFECTOS O IMPACTOS DE LA EROSION
Conservación de suelos y agua: Recomendaciones para el
control y manejo de cárcavas menoresLa estabilización y recuperación de
terrenos afectados por cárcavas significan un alto costo para los agricultores
en su lucha contra la erosión. Y es que para detener el avance de estas formas
se deben hacer importantes obras de remoción de tierras, entre otras
cosas.Miércoles, 18 de mayo de 2016 a las 8:30
Crédito: INIA Rayentué
Jorge Carrasco y Jorge Riquelme, investigadores del INIA
Rayentué.
Cárcava es la forma producida por la socavación repetida
sobre el terreno, debido al flujo incontrolado de escurrimientos superficiales.
Son zanjas más o menos profundas, originadas por la erosión laminar, que suelen
evolucionar por desplomes laterales y hacia arriba. Siempre comienzan en la
parte inferior de la ladera y van comiéndose la tierra hacia arriba, hasta
crear una cabeza de cárcava, con un corte brusco y escarpado. El hombre y el tránsito
de animales (ganado) favorecen la formación de cárcavas, muchas de las cuales
empiezan siendo senderos de animales, caminos agrícolas y pistas regulares o
irregulares en tierras con pendiente.
La estabilización y recuperación de terrenos afectados por
cárcavas significan un alto costo para los agricultores en su lucha contra la
erosión. Y es que para detener el avance de estas formas se deben hacer
importantes obras de remoción de tierras, entre otras medidas que se detallan a
continuación.
Etapas para el control de cárcavas menores
Para un control eficiente de cárcavas menores es preciso
realizar un control integral de la cuenca que le aporta los escurrimientos y
sedimentos erosionados, mediante el uso de prácticas de conservación de suelos,
según el uso del terreno. Primero, es fundamental que el técnico junto al
agricultor evalúen la mejor forma de control y que el primero explique las
distintas etapas que se requieren para este control. Éstas son:
-Aislar físicamente la cárcava.
-Prevenir la erosión aguas arriba, en la cabecera de la
cárcava.
-Reducir la velocidad de los escurrimientos superficiales,
que erosionan el interior, borde y taludes de la cárcava.
-Eliminar los bordes degradados de la cárcava, para
facilitar el establecimiento de especies herbáceas.
-Rellenar el interior de la cárcava con los sedimentos
captados por estructuras físicas diseñadas para ese fin.
-Repoblar con vegetación nativa los bordes y el interior de
la cárcava.
Aislar físicamente la cárcava
La primera medida que se debe realizar para la recuperación
de una cárcava menor, tiene por objeto evitar que accedan al área tratada
animales ovinos y bovinos, debido a que podría resultar contraproducente para
los fines perseguidos, en particular para el material vegetal que se
introduzca. Es común que se empleen cercos en alambre de púas, con postes de 3
a 4 pulgadas de diámetro y 2,20-2,40 m de longitud, preferiblemente impregnados
y enterrados a 50 cm, previo esparcimiento de alquitrán o algún otro
impermeabilizante en la zona de contacto directo con el suelo.
Trazado de un surco o canal de desviación de aguas lluvias
La segunda medida que se debe realizar para la recuperación
de una cárcava menor, es el trazado de un surco de desviación de aguas lluvias.
Éste se debe situar en la parte superior de una cárcava, para desviar el curso
del agua causante de la erosión hacia otros desagües estabilizados, como
quebradas o esteros. Debe quedar a una distancia de la cabecera de la cárcava,
al menos, tres veces superior a su profundidad. Por ejemplo, si la profundidad
de la cárcava es de 3 metros, el canal de desviación se ubicará a 9 metros de
la cabecera.
Peinado de los bordes de la cárcava
Consiste en eliminar el suelo ubicado en el borde o taludes
de la cárcava. Cuando ya presentan un efecto erosivo, tanto en el interior como
en el borde de ella, la estabilidad estructural del suelo se presenta muy baja
y sin cohesión, por lo que cualquier especie vegetal que se pretenda establecer
será arrastrada junto con el suelo al continuar los procesos erosivos. Se
elimina aproximadamente un ancho de unos 30 a 40 cm desde el borde de la
cárcava, lo cual se puede hacer en forma manual con ayuda de una pala.
Repoblamiento de las laderas de la cárcava
Es una medida importante para evitar que las cárcavas sigan
desarrollándose en sus bordes. Consiste en sembrar alguna forrajera perenne, plantar
arbustos y árboles que desarrollen un sistema denso de raíces, favoreciendo el
crecimiento de la vegetación herbácea y arbustiva propia del lugar. El
repoblamiento con vegetación se hace tanto en los bordes como en los terrenos
aguas arriba de la cárcava, partiendo con especies herbáceas, seguido de
arbustos, para finalmente terminar con especies arbóreas. Un error que se debe
evitar es iniciar el repoblamiento con especies arbóreas, por el lento
establecimiento de ellas y por la necesidad de desarrollar en el terreno un
sistema denso de raíces en el menor tiempo posible.
Cerca del borde se recomienda plantar arbustos, por su menor
tamaño, con el fin de evitar el desmoronamiento del suelo por el peso que
pudieran ejercer los árboles. La cabecera de la cárcava debe repoblarse
densamente, pues la erosión siempre es más intensa en la parte superior.
Repoblamiento del interior de la cárcava
El repoblamiento del interior de la cárcava se debe hacer
con especies arbustivas y arbóreas. Para ello, lo recomendable es utilizar
especies de crecimiento rápido, con sistemas radiculares fasciculados, y no de
crecimiento pivotante.
Para la plantación de especies arbustivas y arbóreas, se
debe hacer un “ahoyado” manual, donde los hoyos en el terreno se realizan manualmente
con azadón, picota o chuzo, y pala. Para su realización se hace un marcado
previo del terreno, avanzando según líneas de máxima pendiente de arriba abajo,
abriendo hoyos y dejando la tierra extraída aguas abajo.
Para realizar la plantación es muy importante que el hoyo
que se realice tenga relación con el tamaño de las raíces que tenga la planta,
por lo que es fundamental que el hoyo se acomode a la raíz de la planta.
Además, el suelo debe estar mullido y quedar en contacto con las raíces, para evitar
bolsones de aire que pudiesen complicar el prendimiento de las plantas. Para
obtener un óptimo contacto con las raíces, conviene regar inmediatamente
después de la plantación. No es aconsejable aplicar fertilizantes en el hoyo de
plantación, pues las redes compactadas de éste y el suelo suelto hacen que el
fertilizante, al disolverse en agua, llegue concentrado a las raíces, pudiendo
causar toxicidad. Lo más recomendable es aplicar estiércol de ovinos o de ave.
Construcción de barreras físicas al interior de la cárcava
Fuera de lo dicho, la estabilización de la cárcava puede
lograrse además, con la construcción de barreras físicas, sean estos diques de
piedra o de madera, tipo lampazos de pino, en sentido transversal o
perpendicular a la misma. El uso de piedras dentro de la cárcava es favorable
en suelos muy pedregosos. Para una buena estabilización de las barreras
físicas, deben construirse con un espaciado que permita que la parte superior
de uno, quede al mismo nivel de la base del muro anterior, utilizando para ello
la siguiente ecuación:
Ejemplo:
Para el control de una cárcava, se requiere construir en su
interior una serie de muros de madera de pino, tipo lampazo. Si la pendiente es
de un 10% y la altura efectiva del muro será de 50 cm, ¿cuál será el
espaciamiento entre muros?
Estos muros retendrán parte del suelo arrastrado, donde la
vegetación encontrará condiciones apropiadas para desarrollarse, por existir
mayor humedad y volumen de suelo. La construcción de los muros debe ser lo
suficientemente fuerte para resistir la acción destructora del avance del agua
al interior de la cárcava.
Un tipo de barrera física que se recomienda para ser
utilizada al interior de una cárcava es aquella construida con “lampazos” de
pino, los cuales se ubican formando una barrera en forma perpendicular a la
pendiente de la cárcava. Previo se entierran “lampazos” más resistentes que
sirven de soporte a la estructura.
La utilización de fardos de paja, unidos entre sí por
alambres y sujetos a “lampazos” enterrados, es una alternativa económica de construcción
de muros de contención. El inconveniente es que este tipo de muro debe ser
cambiado cada dos años.